lunes, 9 de marzo de 2015

MUNDO MÍO


                                                             MI MUNDO

Cuando eres joven modelas las cosas a tu antojo, dibujas todo lo que te rodea del modo que mejor te parece, estás en tu derecho de hacerlo así, al fin y al cabo es el mundo en el que vas a vivir. A medida que creces, que maduras, te das cuenta que las cosas no son como tu quieres, el mundo tiene determinadas normas que hay que seguir, no las puedes cambiar si quieres vivir en él.
Puede que la ilusión de tu vida sea el de ser médico, pero te das cuenta de que eso era una utopía, te das cuenta cuando vas por la calle recogiendo colillas y mierdas de perro, terminas siendo un barrendero. Con toda la honra que merece este trabajo no era tu meta, ¿que me ha llevado a esta situación? te preguntas, un sinfín de circunstancias que escapan a tu poder, has tenido que cambiar el bosquejo de tu vida. A pesar de haber estudiado para tener el título que mereces, ya ves, toda la jornada tirando de un carro y esperar en determinado lugar para que te recojan e ir a un vertedero a limpiar las herramientas que mañana volverás a utilizar.
Tu mundo se ha desvanecido ante tus propios ojos, no puedes cambiar nada de lo que ya se ha decidido, serás barrendero probablemente el resto de tus días, hasta que te jubiles. También es cierto que siendo barrendero no se te exige demasiado, a diferencia de los médicos que a diario, tienen la vida de las personas en sus manos. Con todo, no es como tu pensabas que iban a ir las cosas, creías que las posibilidades eran iguales para todos, pues no, está visto que no es así. Por esa razón, cuando ya sabes como funciona todo, empiezas a montarte tu mundo, estableces determinadas normas tuyas esta vez, que definen el modo de vivir que vas a tener dentro de los parámetros establecidos.
No has podido escoger tu futuro, pero si por lo menos, vas a hacer de tu entorno tu propio mundo, creas una familia, tienes hijos, los educas y les das una visión general de como van a ir las cosas, algo que a ti, tus padres, no te dijeron. No es que te hayan traicionado, sencillamente sucedió que ellos emigraron de un pueblo que se moría y vinieron a vivir a la capital, con el propósito de sobrevivir. Bastante tuvieron con buscar trabajo en aquello que sabían hacer, tu madre fue lavandera durante más de veinte años, además para sacar un dinero extra planchaba la ropa de algunas señoras que se lo pedían, tu padre consiguió un puesto en la compañía de tranvías y hasta llegó a ser conductor de tranvías. Pero no tuvieron tiempo de advertirte con que te encontrarías cuando crecieras, solo trabajaban sin parar, llegaban vencidos a casa y no estaban para hostias.
Tienes en cuenta todos estos detalles de la vida porque no quieres cometer los mismos errores, en consecuencia les dices a temprana edad a tus hijos como van a ir las cosas, que no se desvíen de lo establecido y de ese modo puede que consigan lo que quieren. Les hablas de lo que te pasó a ti en su día y que eso hizo que no pudieras alcanzar las metas que tenías. Tu hijo mayor parece que va por buen camino, saca buenas notas en el colegio y va camino de lograr lo que se proponga en la vida, no así tu hija, tiene quince años, un año y medio menor que su hermano.
Ella está pendiente de los chicos, es una chica preciosa y es muy guapa, en eso ha salido a su madre, lo que pasa es que ella se da perfecta cuenta de estas cualidades que posee y en consecuencia se deja llevar por otras chicas, que como ella, no saben bien lo que quieren en la vida. Pasan un par de años más y parece que ya ha decidido como va a vivir, no tiene carrera alguna pero si un cuerpo que es apreciadísimo por todos los hhombres que va conociendo, así pues aprovecha el tirón y se hace prostituta de lujo, de momento porque el cuerpo, con el tute que lleva, no lo va a poder conservar mucho tiempo así.
Su hermano en cambio ya está en la universidad, estudia economía y se está abriendo camino en este campo. Establece amistades que lo pueden llevar a ser un hombre con mucho futuro, finalmente logra su propósito, aunque esto lo lleva durante unos años a estudiar al extranjero mediante una beca. Sabe que el camino siempre es difícil y que va tener que seguir luchando, pero ya está acostumbrado a que le pongan palos en las ruedas, los sortea con éxito, se establece trabajando para una multinacional.
Padre y madre están contentos a medias, lo que para uno ha resultado ver el muno de una manera, para la otra ha resultado ser una oportunidad de ganar dinero sin tener que estudiar, de hecho casi no sabe hacer la O con un canutopero ¿que importa eso si gana dinero a espuertas?. Cada cual a su manera ha hecho del mundo su forma de vida, lo usan y construyen mal que bien, los fundamentos para ser felices. Es su mundo, tienen derecho a vivir de la manera que deseen, a dar lo que quieran, a recibir aquello que creen que les corresponde.
Así debe ser, así es el mundo que vivmos, lleno de incertidumbres y deseos a veces insensatos y otras veces sabios. Todo cuanto uno quiere está dispuesto para cada cual ahí afuera, solo hace falta tener la suficiente sabiduría para tomarlo o dejarlo, nuestro mundo es solo nuestro.

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