HA LLEGADO LA HORA

                                                               LA HORA

No puedo imaginar lo que sentiré cuando llegue la hora, ¿cómo me despediré de las personas que hasta ahora me han estado cuidando? puede que piensen que es una crueldad por mi parte marchar, cuando les he estado diciendo desde el primer día que los conocí, que son los mejores amigos que he tenido desde hace muchos años.
Saben que me marcho, y sé que no lo han encajado bien, ellos creían que iba a echar raíces en esta tierra, un buen lugar donde estar, gentes sencillas con un gran sentido de la dignidad y la obligación del trabajo. Si te abres a ellos, ellos hacen lo mismo contigo, lo he comprobado y me han echo sentir feliz.
Las circunstancias de cambiar de escenario, es la recuperación de mi memoria, más bien, la restauración de mi todo, por la pérdida de muchas de las cosas de antaño, pérdida de personas amadas a las que dejé de lado, mientras me lancé sin saber bien porqué, a una aventura que ha tenido demasiados altibajos, intromisiones, demasiados sustos que fueron arrinconándome a un extremo del ring.
Cuando sabes que dependes para casi todo, de los demás, que eres un títere en manos de los que mandan sobre ti, que se hace y se deshace sin que tengas la oportunidad de negarte, vas mal, muy mal, pues bien, yo fui peor, eso fue lo que hizo que tuviera que cambiar de vida y en consecuencia de ambiente. Mis hijos y mi ex esposa se enteraron de este asunto, y ahora, voy a su encuentro.
Es cierto que tuve juicios y litigios durante bastantes años, cuestiones de dinero, nada más que eso, luchas por lo más barato que hay en la vida, el maldito dinero, necesario por otra parte pero simplemente dinero. Ahora me veo inmerso en más demandas, todo el mundo va detrás de lo mismo, como si el derecho a vivir en pareja, estuviera sujeto a la obligación de pagar cierta cantidad por ello.
Triste pero cierto, espero, que ahora, las cosas hayan cambiado al respecto. ¿Porqué debería dudarlo...? en todo caso, siempre tengo la oportunidad de cambiar de tercio, he ido dejando por el camino toda carga que fuera prescindible, no tengo nada pero lo tengo todo, llevo mi casa encima como los caracoles ermitaños que cuando se les hace pequeña la casa se procuran otra más grande. Así pienso yo, después de decenas de mudanzas a lo largo de mi vida, creo que es la mejor opción cuando es el caso, que ahora me mudo solo.
Siento tener que tomar esta determinación desde el punto de vista del pesar que dejo detrás de mi decisión, pero la hora ha llegado, no hay nada que lo pueda impedir, debo retroceder en el tiempo y ver en que medida, puedo reparar aquello que destruí. La confianza que tenían puesta en mí toda mi familia, ¿que le podía hacer en aquel momento a la situación que se me presentó delante? francamente nada, no quiero justificarme diciendo esto pero es lo cierto, los humanos nos dejamos llevar por el deseo ciego a veces, la mente anula el sentido de la razón y te encuentras de la noche a la mañana, viviendo en otro escenario, que te encuentras pintado de colores fantásticos.
Conoces a otras gentes que se portan contigo de manera fantástica, te dan golpecitos en la espalda, la bienvenida es gloriosa, en mi caso me consideraban la persona más buena del mundo. Me regalaron los oídos, me alegraron el corazón y hasta me consideraron una persona ejemplar, pero conforme mi comportamiento comenzó a cambiar con la enfermedad, las invitaciones se fueron espaciando, las visitas a nuestra casa también. Tenían suficiente de todo, bajo mi punto de vista me robaron, sí, me robaron el corazón y en consecuencia las ganas de estar allí, contemplando aquel circo en lo que se convirtió mi casa.
Ya me ha llegado la hora, de que en ese tránsito, vuelva a lo que creo que es legítimamente mío, así me lo han hecho ver mi familia. A algunos de mi entorno no les gusta esa decisión, peor para ellos, el cortar toda relación conmigo respetando lo que pienso y lo que hago da muestra de la catadura humana que tienen. No dejo de querer a mis hermanos por eso, no dejo de pensar en ellos, los echaré de menos, ellos son parte de mi vida también, quisiera decírselo pero sé que no les inquieta en absoluto lo que pueda sucedérme, no quieren problemas, lo entiendo.
Bueno, me voy, me ha llegado la hora, os dejo con parte de mi historia, desafortunada puede, sin embargo, la prefiero a la que llevan algunos de ellos, puede que sea un estúpido o un necio, pero la vida de algunos de ellos no me gusta nada. Lamento que piensen de mi lo que no debieran, soy como todos los hombres una persona libre y así debo vivírla.

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