viernes, 20 de marzo de 2015

SECRETOS MAL LLEVADOS


                                                  LA SOMBRA DE LA SOSPECHA

Me habían hecho algunos comentarios que yo tomé al principio por habladurías de la gente. Aparqué estas sinrazones en mi mente y seguí con mi vida de persona entregada a lo suyo, al trabajo, a la crianza de los hijos de ella y tratar de darles un buen futuro, todo el mundo merece su oportunidad en la vida y ellos no tenían por qué ser menos. Mientras ella entraba y salía de casa a comprar, a hacer gestiones propias de un ama de casa.
No tengo nada que decir acerca de como tenía la casa, siempre limpia y bien arreglada, daba gusto invitar a quién fuera para que comiera con nosotros, o tomara unas copas. Mi mujer, una mujer hermosa y complaciente, no dejaba casi nada al azar, ni siquiera sus propias satisfacciones personales, sus vicios y costumbres, que seguramente llegaban de lejos, de cuando se educó en una escuela religiosa y estuvo allí unos años interna.
Un día, bajaba la escalera de casa hacia el comedor y estaba hablando por teléfono con el auricular pegado al oído y hablando en voz muy baja, por supuesto que no sabía quién era su interlocutor pero me mosqueó que soltara pequeñas risitas y le dijera a la otra persona, que habían sido unos momentos inolvidables. Tenemos que repetirlo, a ver cuando conseguimos después de tu viaje llamarnos y quedar, hasta pronto cariño, un beso.
Me quedé a media escalera, no quería hacer ruido alguno, ella apoyada sobre una estantería me daba la espalda, mientras que yo bajaba las escaleras delcalzo con las zapatillas de deporte en la mano, eran las que usaba los días de fiesta para salir al jardín y ponerme a arreglar el cesped y recoger hojas, podar la enredadera y limpiar un poco el camino de piedra, que llevaba hasta la barbacoa.
¿Quién ha llamado querida...? A no sé, alguien que debe de haberse equivocado, la gente confunde los números, no es la primera vez que me ocurre, hace unos días atrás un señor me confundió con una señora con la que tenía amistad. Claro... ¿por eso te has despedido de él diciéndole que cuando vuelva debeis repetir la experiencia? venga ya chica que no me chupo el dedo.
Me confesó que no era ningún hombre, me lo juró por sus muertos, que estaba equivocado, que no sabía lo que decía... Entonces caí en la cuenta, desde hacía bastantes años, una amiga suya que conoció en un gimnasio, se hizo inseparable de mi mujer, estaba divorciada desde hacía poco más de un año. Comencé a pensar y le solté de sopetón... Entonces, si no es un hombre, debe de ser una mujer con la que intercambiabas estas frasess afectuosas. Enrojeció de golpe, sus mejillas reflejaban haber sido cazada en una trampa mortal.
No le dije que marchara de casa, tenía a sus tres hijos encontra mío, si algo temía en ese instante, era que hubieran venido alarmados por su madre y dejarme hecho unos ciscos. Dejé pasar un poco de tiempo, las cosas entre nosotros, en el plano sexual no cambiaron, eso sí, quería que la satisfaciera a ella primero y yo venía después, eso no me importaba, seguía el juego con determinado interés, diría, que hasta con cierto morbo por mi parte. pero no soy persona de jugar a tres bandas, solo en el billar, que no se me da nada mal.
Esatas cosas tarde o temprano terminan mal, lo nuestro tenía que seguir el mismo camino, sabía que acabaríamos cada cual por su lado. Nos lo planteamos y me dijo que no quería nada mío si yo aceptaba irme de casa, cosa que cumplí en menos tiempo que canta un gallo. Pero, se ve que se ha dejado aconsejar por alguien que sabe mucho del tema de los divorcios y ahora, amigos, estoy en un divorcio contencioso. Bueno ya se verá que pasa, el tiempo corre para todo el mundo igual, y los que tiran piedras sobre su propio tejado acaba hundiéndoseles encima.

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