DEMASIADA CULTURA
Sí es cierto, hoy se sabe
demasiado, y no lo digo con sorna, con segundas intenciones, la gente sabe
mucho, sobre todo en lo que se refiere a todo lo que tenga que ver con las
cosas malas de la vida. Es lo que hay, no leemos, no estudiamos, los jóvenes
solo saben jugar con las consolas y los ordenadores… de manera que esto es para
ellos, saber. No están interesados en la poesía, no quieren participar en
acontecimientos donde no hallan ni drogas ni alcohol, no les interesa más que
el fútbol en el mejor de los casos o las escapadas a espaldas de los mayores
mintiéndoles y engañándolos con patrañas.
Bueno, es cierto, eso lo hemos
hecho siendo jóvenes en un momento u otro de nuestra vida, ¡pero que no se
enteraran nuestros mayores, porque si no, nos caía una encima que era para
flipar en colores!
Lo que digo al principio es
cierto solo en un sentido, la gente tiene demasiada cultura para aquello que
les interesa, que no es precisamente, aquello en lo que están interesados sus
padres. Esa cultura de la que hablamos viene reflejada por las compañías que
tienen fuera de casa, ¡y se pasan tantas horas fuera de casa…! Unos porque van
al instituto, otros porque hacen campana cada vez que pueden, claro, la cultura
de los ignorantes va calando poco a poco en el ánimo de estos jóvenes, que si
tuvieran que caminar por la calle pisando libros en lugar de adoquines lo
harían sin pensarlo dos veces.
No estoy seguro de que los padres
tengamos toda la culpa de que sean tan inteligentes para sus cosas, pero lo
cierto es que hay mucho consentido, mucho “el niño de mis ojos, o la niña, da
lo mismo” lo que es seguro es que la cultura afea a aquel que está al día con
ella, no es aceptado por los demás, desentona con los que llevan los vaqueros
rotos pero de marca, y las chicas a las que no les importa enseñar las bragas
cuando van por la calle, eso quieras que no, mola un montón a pesar de que no
sepan hablar y en sustitución del habla normal, utilicen una jerga que solo
unos cuantos de ellos conocen. No es el caso de que tengan un habla académica,
que siempre es bueno tenerla, el caso es que la cultura general exige que se
tenga que hablar así, bien, de forma educada que es lo mismo que manifestar que
uno ha aprendido a desarrollar una forma normal, entre comillas de tratar con
otras personas.
Es verdead que en cada región
española tienen su propia forma de hablar, en Castilla León a la expresión de
no meterse en líos le llaman no meterse en “telares”, pues bien, no está mal
cuando es el caso que acabas acostumbrándote a estas singularidades del idioma en
cuestión. Pero aparte de esto, la cultura debe reflejarse a todos los niveles
cuando una persona quiere proponerse por ejemplo, buscar un trabajo o desarrollar
un oficio que conoce bien.
Siempre es bienvenida la cultura,
tanto en el habla como en el comportamiento, quién piense que los demás se
tienen que adaptar a su forma de ser, siendo como es el caso un ignorante de
las buenas costumbres, va errado, la cultura siempre nos dirá si estamos en el
camino apropiado.
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