PREDICADORES SOBRAN
TODOS
Todos están convencidos de su
razón, que a Cristo lo mataron clavándolo de una cruz, otros sin embargo,
predican que Cristo no ha muerto que está esperando el momento preciso para
regresar… ¡Verás tú la que se monta como aparezca el día que menos uno se lo
piense…! Otros dicen que predicar a Cristo es inútil, que no se sabe casi nada
de él, más que lo que se ha escrito claro, aun así lo que se ha dicho escrito de Cristo ¡es tan miope, tan absurdo!
Vale, sí, se pueden pronunciar algunas de las palabras que él usó para
arrastrar a las masas como por ejemplo en el sermón del monte. ¡No veas la de
gente que se juntó allí, la tira, y luego para demostrar que él era el
prometido, hace el milagro de los panes y los peces.
Cada cual lo interpretó a su
manera el tema. “Mira tío, yo me llevo diez panes para casa, ¡como sobraban…! Así
se hace, con un par de huevos. Otro bajaba de la montaña con un cesto lleno de
pescados, iba que se las pelaba, bajaba por la montaña cagando leches no fuera
a ser que alguien se las quitara antes de llegar a casa. Desde entonces, allí
donde iba Jesús le seguía una muchedumbre de gente. Claro les prometía que los
libraría de los romanos…, los judíos les tenían una rabia a los romanos que
para qué, le había quitado sus tierras, los explotaban como querían, y además les
decían a los judíos que el único reyes de reyes era el que había en Roma, para
aquel tiempo Tiberio Cesar, un cesar pasota que no le importaban los judíos lo
más mínimo.
Y no te lo pierdas… otros se
erigían a sí mismos como profetas de lo que otros siglos atrás ya habían
profetizado. No entendían el significado de lo que Cristo quiso decir, de
manera que lo interpretaban a su modo y manera. Hacían alusión a los profetas
de la antigüedad, a los llamados profetas menores que tiene sus propios nombres
canonizados en la Biblia, pero la verdad es que no entendían en buena medida el
simbolismo de lo que quería decir Jesús. Claro, Cristo llevaba cierta ventaja
que no tenían otros, por ejemplo podía hacer los milagros que quisiera, bien
mirado eso es mucho ¿vale?, arrastra a las masas, las desplaza y los convierte
en fieles seguidores, de El Profeta enviado por dios.
En el caso de tener que hacer
prosélitos, yo no me apunto, hacer prosélitos es costoso y frecuentemente
bochornoso, te cierran las puertas en las narices… sin embargo Jesús dijo a sus
discípulos que se expandieran por toda la tierra haciendo discípulos y
convirtiéndolos al cristianismo. Una cosa es predicar y la otra que es bien
diferente es hacer que el receptor de este mensaje se haga a su vez testigo de
todo aquello que ha visto y oído.
He llegado a un punto que hasta
me sobran los vendedores que están en los mercados vendiendo sus productos…
María ven aquí que lo tengo barato, si te llevas dos te regalo otro, ¡anda que
no se va a poner contento tu marido cuando te vea entrar por la puerta con el
negocio que has hecho! Reconozco que debe de haber predicadores, de todo y para
todo, se tiene que hacer propaganda de aquello que te interesa ofrecer a cambio
de algo, sea dinero, una casa, un coche… lo que sea.
Eso sí, de religiones que van
llamando por las puertas diciendo que Cristo es nuestro Salvador y cosas por el
estilo, a esos, aunque reconozco que tienen muy buenas intenciones, no los
escucho, la verdad es que no está el horno para bollos y ya estoy un poco harto de los que no paran de predicar y
que luego te dejan en la estacada porque sencillamente… no son hermanos tuyos.
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