LOS PERROS TAMBIEN MUERDEN
No importa que los hayas criado
tú mismo, en un momento determinado te acaban mordiendo sea como sea y no
necesitan razón alguna para hacerlo. Toda mi vida he tenido perros, los he
criado, los he querido y sin embargo, en un instante, me han mordido, no les
puedes preguntar por qué lo hacen, muerden y punto. En este sentido son como
las personas, en el momento menos pensado, te traicionan, no piensan en las
consecuencias, no razonan solo instintos que les impulsan a hacer lo que hacen
en cualquier momento.
No es cuestión de discutir aquí
si son fieles o no al dueño, a cualquier otro miembro de la familia, lo son,
muestran sumisión aun en el caso de que reciban un castigo por aquello que
acaban de hacer, pero lo que es morder... en cualquier momento muerden. En un
sentido son como las personas, esperas de ellas todo lo bueno, no les has hecho
nada para que no sea así y en un momento imprevisto te muerden. Con la agravante
que ellos, los humanos sabemos razonar en un momento determinado te sientes
defraudado por cualquier traición que veas en ellos… pero te muerden igual que
lo hiciera un perro y huyen sin esperar recibir el justo castigo por esa mala
acción.
Son como diría mi abuelo, gente a
la que hay que vigilar de cerca, para no recibir sorpresas mayores en el
futuro. Cierto es que un momento u otro de la vida hemos dado algún mordisco a
alguien, en mi caso los he pagado con creces, vaya, que he recibido bastonazos
por no saber ni huir ni esconderme en su momento. Un imbécil me decía un día…
Así te ves ahora… solo y abandonado de todo el mundo, pero eso no es cierto,
siempre hay otros perros a los que arrimarse para rascarse las pulgas, tenemos
nuestros puntos de encuentro, sabemos a qué atenernos, nos conocemos bien
porque todos hemos pasado de un modo u otro por el mismo rasero.
Pero en cuanto hay una
oportunidad que se preste… mordemos y lo hacemos con todas nuestras fuerzas, de
ello depende nuestra supervivencia. Imagínate un pastor con una gran manada de
animales, si no tuviera confianza en su mastín, que por cierto va bien
equipado, o acabaría colgado en un árbol o sería relegado y cambiado por
cualquier otro chucho que fuera más fuerte y vigilante. Pues de alguna manera,
así somos los humanos, mordemos, no se nos tiene que dar márgenes de confianza,
a la mínima aunque tengamos cara de perros fieles, hincamos el diente y punto.
He tenido a muchos animales,
especialmente perros, lo decía al principio, me han querido todos con locura,
pero en un momento inesperado, sin saber por qué, me han mordido y eso duele,
ya no el mordisco en sí, duele el mal sabor de boca que te dejan cuando recibes
lo que crees que no mereces. ¿Qué te hice yo para que me trates así…? Has
estado flirteando con mi mujer podría ser la respuesta, no en todos los casos
es la misma respuesta, pero es fácil que sea este el motivo por el cual sin
esperarlo… te hayan dado un bocado.
De forma que cuidado con los
perros, muerden y muerden en el momento menos esperado.
-----------------------LOS PERROS
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