domingo, 3 de julio de 2016

LOS PERROS TAMBIÉN MUERDEN

                                                          LOS PERROS TAMBIEN MUERDEN

No importa que los hayas criado tú mismo, en un momento determinado te acaban mordiendo sea como sea y no necesitan razón alguna para hacerlo. Toda mi vida he tenido perros, los he criado, los he querido y sin embargo, en un instante, me han mordido, no les puedes preguntar por qué lo hacen, muerden y punto. En este sentido son como las personas, en el momento menos pensado, te traicionan, no piensan en las consecuencias, no razonan solo instintos que les impulsan a hacer lo que hacen en cualquier momento.
No es cuestión de discutir aquí si son fieles o no al dueño, a cualquier otro miembro de la familia, lo son, muestran sumisión aun en el caso de que reciban un castigo por aquello que acaban de hacer, pero lo que es morder... en cualquier momento muerden. En un sentido son como las personas, esperas de ellas todo lo bueno, no les has hecho nada para que no sea así y en un momento imprevisto te muerden. Con la agravante que ellos, los humanos sabemos razonar en un momento determinado te sientes defraudado por cualquier traición que veas en ellos… pero te muerden igual que lo hiciera un perro y huyen sin esperar recibir el justo castigo por esa mala acción.
Son como diría mi abuelo, gente a la que hay que vigilar de cerca, para no recibir sorpresas mayores en el futuro. Cierto es que un momento u otro de la vida hemos dado algún mordisco a alguien, en mi caso los he pagado con creces, vaya, que he recibido bastonazos por no saber ni huir ni esconderme en su momento. Un imbécil me decía un día… Así te ves ahora… solo y abandonado de todo el mundo, pero eso no es cierto, siempre hay otros perros a los que arrimarse para rascarse las pulgas, tenemos nuestros puntos de encuentro, sabemos a qué atenernos, nos conocemos bien porque todos hemos pasado de un modo u otro por el mismo rasero.
Pero en cuanto hay una oportunidad que se preste… mordemos y lo hacemos con todas nuestras fuerzas, de ello depende nuestra supervivencia. Imagínate un pastor con una gran manada de animales, si no tuviera confianza en su mastín, que por cierto va bien equipado, o acabaría colgado en un árbol o sería relegado y cambiado por cualquier otro chucho que fuera más fuerte y vigilante. Pues de alguna manera, así somos los humanos, mordemos, no se nos tiene que dar márgenes de confianza, a la mínima aunque tengamos cara de perros fieles, hincamos el diente y punto.
He tenido a muchos animales, especialmente perros, lo decía al principio, me han querido todos con locura, pero en un momento inesperado, sin saber por qué, me han mordido y eso duele, ya no el mordisco en sí, duele el mal sabor de boca que te dejan cuando recibes lo que crees que no mereces. ¿Qué te hice yo para que me trates así…? Has estado flirteando con mi mujer podría ser la respuesta, no en todos los casos es la misma respuesta, pero es fácil que sea este el motivo por el cual sin esperarlo… te hayan dado un bocado.
De forma que cuidado con los perros, muerden y muerden en el momento menos esperado.


                                                                  -----------------------LOS PERROS 

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