lunes, 11 de julio de 2016

TODO ES DE TODOS

                                                             TODO ES DE TODOS

-Este trozo de playa es mío, me lo ha dicho mi papa, vete a jugar a otro sitio que la playa es muy grande.
-Perdona yo solo he venido a jugar con mi amigo a las palas, no te preocupes que no te estorbaremos para nada, mira el trozo que hay de arena.
-Precisamente por eso, porque tenéis mucho sitio podéis buscar otro lugar donde estorbar a la gente. Aquí desde luego no, voy a hacer un castillo muy grande.
En la mesa del restaurante de la playa los padres buscan un lugar que sea de su agrado, les gusta una mesa en la que pone reservado, la madre se echa las manos a la cabeza y le dice bajito a su marido… Dale una propina al camarero pero quiero comer en esta mesa, sino nos vamos a otro sitio a comer. El marido cumple con las órdenes de la mujer y soborna al camarero que rápidamente cambia el letrero de lugar, justo en la mesa de al lado.
Parece que todo va a ir bien hasta que llega la pareja que había reservado la mesa que ya habían visto con anterioridad.
-Oiga ¿Qué ha pasado que nos han cambiado de mesa, a qué obedece este cambio?
-Verá señora es que en recepción ha habido una pequeña confusión y resulta que esta mesa ya estaba reservada, ha sido culpa mía, por favor disculpe la distracción.
El restaurante es grande, tremendamente grande, pero no lo suficiente, para esa pobre señora, que insiste en tener su mesa le pese a quién le pese. La comida es excelente, el servicio exquisito, ¿Qué más se puede pedir? Pues que la señora quiere su mesa, la tiene clichada desde hace días y no piensa renunciar a ella porque sí. Se convierte en una cuestión de poderes, siendo como es la playa y el restaurante tan sumamente grandes y destacados en aquella magnífica playa que es visitada cada día por gentes, que además de cenar vienen a ver como se pone el sol en este delicioso rincón escogido entre muchos otros.
Mucha gente no se para a pensar que todo es de todos, que lo más hermosos no es siempre lo más singular, que lo más delicioso no son ese manjar que nos presentan en la mesa, que un coco abierto por una mano experta es más apreciado que cualquier otro licor que caiga en nuestras manos, porque todo es  de todos, solo hay que saber apreciar el valor que tiene en ese instante aquello que se nos da como presente, como ofrenda de la naturaleza.
Todo cuanto nos rodea nos pertenece sin excepción, estamos aquí para cuidar que lo que se nos ha legado, o cuidemos como es debido, y eso solo se puede hace si no tratamos de apoderarnos de aquello que corresponde a los demás.


                                                               --------------------

No hay comentarios:

Publicar un comentario