NO TE LO PUEDES IMAGINAR…
¡He pasado una noche espectacular…
no te lo imaginarías nunca en la vida! ¿Qué
te ha pasado…? venga cuenta que me tienes en ascuas. Jo, ha sido lo más, cuando terminó todo tuve
que pellizcarme para saber si era verdad o un sueño. Coño, pues tiene que haber sido fuerte
conociéndote como te conozco. ¡Fuerte
es poco tío, ha sido un sueño hecho realidad…!
Cuenta qué es lo que te ha pasado que me tienes en un sinvivir. Saco la basura del hotel, me encamino a los
contenedores que hay al final de la calle, bueno del callejón más bien dicho
que hay tras la salida emergencia, entre los contenedores me encuentro a una
tía con traje de noche medio borracha o borracha del todo, eso no lo pude
apreciar a primera vista.
Me alarga el brazo con la
intención de que la ayudara a levantarse, por lo menos eso creía yo, la pongo
en pie y flipa tío, me pasaba casi un palmo, le pregunto que si la podía ayudar
en algo y sin decir palabra mueve la cabeza afirmativamente… ¿Me puedes llevar al hotel Capri que está
aquí al lado? Yo, terminada mi jornada, la dejo un instante y le
digo que vuelvo en un momento, el que necesitaba para dejar mi pantalón negro
de camarero, ponerme los vaqueros, la
camisa de cuadros y volver a buscarla, ahí estaba buscando uno de los zapatos
que al parecer había perdido. La ayudé hasta que lo encontramos, un zapato de
charol precioso y de buena calidad, eso se aprende cuando ves entrar y salir en
el hotel a tanta gente de pasta.
No se sostenía en pie, de forma
que la ayudo a entrar en el hotel Capri, por lo que se ve ya están
acostumbrados a verla con melopeas importantes a diario, el recepcionista le
extiende la llave de la habitación y para allí que nos vamos los dos. Al principio
pensé que solo quería eso, que la acompañara y punto… pero no, el asunto iba
más allá, luego me enteré del porqué quería que la acompañara. En principio me
preguntó si le podía llenar la bañera de agua tibia, la habitación que tenía
era de un lujazo que te cagas, de pronto salió de la habitación contigua, el
dormitorio, como su madre la trajo al mundo en pelota picada, se metió en la
bañera, me pidió que la enjabonara y luego se dio un aceite para la piel.
Qué quieres nene, yo pensaba qué
lo que buscaba era plan y como estaba un poco para allá, de beber quiero decir,
no debería distinguir a una persona de la otra. Tú sabes que agraciado, lo que
se dice guapo no soy para nada, para que nos vamos a engañar… se puso un
albornos fino de algodón y al salir de la bañera de hidromasaje pensé en lo
mejor, que allí iba a haber plan para la noche. Nada tío, ni plan ni nada, solo
quería que alguien en quién pudiera confiar, la llevara al hotel y le sirviera de
mayordomo como quién dice. Después de volverse a vestir para continuar con su
fiesta, solo eran las tres y media de la mañana, me dio un beso en la mejilla
me puso en la mano un billete de cien euros y me despidió. Todos mis sentidos
estaban ardiendo, mi sexo iba a reventar, cosas que no te imaginas, que pasan,
porque han de pasar, pues allí me encontré en mitad del pasillo enmoquetado con
una cara de idiota que debería de hacer que espantaba.
Ella salió de la habitación, me
dio los buenos días y llamó al ascensor balanceándose lentamente como quién
busca más guerra pero no conmigo. El recepcionista del hotel me miró con cara
de… mira ahí va otro pringado y movió la cabeza de forma negativa.
No te puedes imaginar lo mal que
me sentí esa noche… yo que creía que tenía un plan perfecto, ¡qué yo no había
buscado, que cayó del cielo como si cayera una estrella…! y mira tú por donde,
me pasé la noche entera, imaginándome historias que no se habían consumado, ni
creo que vuelvan a repetirse. No te rías cabrón que no es para reírse, te lo
cuento con la confianza de un amigo, no vayas por ahí ahora a contar este
acontecimiento como quién cuenta un cuento, no lo fue, y te digo más… la
próxima vez que vea a una mujer tirada entre basuras suplicando ayuda… paso, no
te puedes imaginar lo que supuso para mí esta historia.
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