El verano pasa pronto
Todos los que han tenido la
oportunidad de viajar en vacaciones ensalzan el lugar donde han estado como el
rincón más maravilloso del mundo. “¡Unas cascadas… unas playas, unas comidas
que de haberlas pedido aquí no habrían salido por un pico, mira tú por donde,
acertamos al escoger ese destino oye, todo nos salió a pedir de boca!” No hacía
falta ir tan lejos para poder pasar unas buenas vacaciones, nosotros estuvimos
en Europa, más concretamente en Austria, ¡qué país este oye… la gente súper amable
y de los quesos que a Fernando le encantan, parece que lo haya parido una vaca,
ni te cuento… una variedad que jamás he visto, y no es por decirlo, pero de
quesos yo entiendo un rato largo, luego cruzamos media Alemania a nuestro aire
en nuestro coche, nos ahorramos una pasta que no veas, solo nos resultaron un
poco caros los hoteles, ¡pero que hoteles chico…!
Ahora, después de las
conversaciones propias de las vacaciones toca trabajar, hay que recuperar el
tiempo perdido, el tiempo y el dinero invertido en las dichosas vacaciones,
casi todo se ha pagado con VISA y esta empresa no se casa con nadie, menos con
los que se retrasan en pagar en el plazo previsto.
Los niños están a punto de entrar
en el colegio, han pasado decurso y ahora se les exige que tanto los libros
como los uniformes sean diferentes de los del año pasado, las cosas funcionan
así nos gusten o no. Ya puedes quejarte de que no tienes los medios para poder
dar a todos los niños el mismo trato, pero ahí queda la queja, tus hijos irán
al colegio les guste o no como los demás, con traje nuevo y libros nuevos, nada
de cosas de segundamano. De segundamano puedes comprarte un coche, o una
batidora pero los niños en el colegio deben ir de nuevos, impolutos aunque
luego vuelvan a casa hechos unos guarros y la madre les tenga que dar la
bronca. “Adán que eres un Adán como tu padre, todo lo rompéis todo joder, y eso
que solo ha sido el primer día de colegio.
Los niños no saben nada de roturas
ni de lo que cuesta la ropa que sus padres se han esforzado en comprar, ellos
usan, rompen pero es porque le dan uso a todo aquello que cae en sus manos sean
juguetes o libros… ¿ellos que saben de lo que cuesta cada cosa? Que no les
vengan con cuentos, estos ya les llegarán cuando sean más mayores y pidan a los
padres dinero para ropa de marca, entonces sabrán lo que es bueno, no querrán
ir al colegio con ropa de mercadillo, exigirán Adidas, Kappa, y otras muchas
que cada vez proliferan más en el mercado de las prendas deportivas.
Y en parte eso lo harán para que
las nenas los vean tan elegantes con sus vestidos preferidos, luego vendrán las
prendas de diario que también deben de ser de marca porque si no, no molan nada,
aunque sean feos como demonios emplumados, las chicas los prefieren bien vestidos,
que se note que en esa casa hay pasta. Sí el verano pasa pronto, y con el
verano llegan otras festividades que le dan color a la vida. Hay fiestas
mayores y fiestas más pequeñas que
normalmente se celebran entre otoño e invierno que no son demasiado diferentes
de las del verano.
Incluso para muchos jóvenes, forman
parte de unas minivacaciones que disfrutan como si estuvieran en una playa
hawaiana. Estas fiestas, son la consecuencia de las fiestas del verano, las
celebran por todo lo alto y las disfrutan con el mismo espíritu que cuando
estuvieron en Cancún o Islandia. A los pobres padres no les queda otra más que
hacer números y más números para ver como salen de este atolladero.
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