VE, CORRE Y DILE
Para este asunto del que voy a
hablar, no importa que suceda en una gran ciudad o en un pequeño pueblo de
provincias. Todo cuanto pasa y todo cuanto se dice tiene sus repercusiones, el
motivo es sencillo, todo el mundo tiene móvil; esos teléfonos miniaturizados,
pero que cuentan todo aquello que uno quiere. Hace un par de días, sentado en
una terraza, la única que hay en todo el pueblo, sonó de pronto una música
escandalosamente fuerte, una abuela de no menos de ochenta años, madre de la
peluquera del pueblo se sacó del bolsillo de la falda un teléfono móvil.
¿Pero y eso cuando ha sido
(preguntaba la vieja a su interlocutor), no puede ser si yo la vi ayer con su
marido repartiendo las bebidas como siempre con el camión? Ya después de eso ya
no presté atención al resto de la conversación, pero por lo que el propio
bodeguero dijo a los presentes, la tal Benita había dejado al marido y se
marchó con un tratante de neumáticos usados, al principio nadie creyó en esta
habladuría, el asunto se enfrió hasta que volvió el repartidor de las bebidas,
estaba alicaído, triste y mal arreglado.
El bodeguero que es un tipo de
cuidado a la hora de hurgar en las heridas morales en este caso, le preguntó
sin más por Benita. La echo de menos porque en primer lugar trabajaba más que
tú y en segundo lugar porque está más buena que aquí, el figura repartidor. No
se inmutó, calló, le pasó el albarán de lo que había dejado en el bar y se fue
con viento fresco a seguir su ruta habitual. Luego se supo, en los pueblos se
sabe todo y más cuando la gente va y viene de los pueblos a la capital, que el
tratante de neumáticos la amaba desde hacía tiempo, que se habían visto en
muchas ocasiones, y que hasta un amigo del tratante de neumáticos que era
pastor, les había prestado su casa para que hicieran sus cosas, el pobre
vaquero era viudo y desde que murió la mujer dormía con las ovejas. Uno oye
estas cosas y nos las cree, no es habitual escuchar estas historietas propias
de TBO, pero suceden, y más cosas que la gente no comenta por temor a
determinadas represalias pero que pasan, y tal vez, algún privilegiado, amigo del amigo de aquel amigo,
sepa ciertamente de que va el tema.
Es complicado, los seres humanos si tenemos
ganas de joder la marrana, vamos y la jodemos, y lo bueno es que luego nos
quedamos tan anchos… Mira, una familia que tienen casa en el pueblo de segunda
residencia, cuando llegan a última hora de la tarde con las luces ya encendidas
del coche, encara el coche en la casa y casi al instante, sale la vecina de
enfrente con las llaves de la torre para abrirles la puerta, ¡la puerta…!, si
solo le abriera las puertas bien iríamos, lo otro es lo peor. Que con el rollo
de que va a regar las plantas que están muy secas porque ha hecho mucho calor
esta semana, allí mismo en el césped le pega un repaso que la deja sin aliento.
Claro, de esto, nadie sabe nada
salvo Clio, amiga de Vero que es a la única que se lo cuenta, ¡imagínate si
quedara preñada…! Menos mal que ellos usan Durex del más fino que hay en el
mercado y del más fuerte dicho sea de paso.
Se hablan cosas, se dicen asuntos
que no son ciertos, se esconden acciones inmorales… ¿Qué quieres…? La historia
de la humanidad contada en retazos.
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