viernes, 1 de julio de 2016

LA COLECCIÓN DE PAÑUELOS Y SOMBREROS

                                            LA COLECCIÓN DE PAÑUELOS Y SOMBREROS

Antes veía con cierta reticencia el uso que muchos les daban a los sombreros y pañuelos, ahora lo veo de forma totalmente diferente, yo soy uno de esos que usan constantemente sombrero y gorras para cubrirme la cabeza. La razón es sencilla, a las personas que tenemos cáncer no nos puede, o nos debe tocar el so ni en la cabeza ni en la cara, tenemos que depender de cremas diariamente, para hidratar la piel que queda afectada por los efectos de la quimioterapia.
Hay mujeres que no saben salir de sus casas maquilladas y llenas de coloretes para esconder los defectos de su piel, pues bien, nosotros no lo hacemos con ningún fin estético, lo hacemos porque estamos obligados a cuidar la piel, para que no parezcamos chicos con acné juvenil y de ese modo agradar a las chicas, o a cualquier otro ser humano.
No somos leprosos, ni siquiera se nos nota cuando ponemos atención a estos cuidados básicos, pero hay que se constantes y consecuentes con lo que tenemos. Es una enfermedad que te va minando por dentro, que va devorándote, aunque en honor a la verdad, cada día que pasa, se van descubriendo nuevos avances, que hacen que este mal vaya progresando de forma más paulatina, esperamos los que padecemos esta enfermedad que algún día se nos diga que ya se ha descubierto determinado elemento para poder parar esta lacra como es el cáncer.
No es un consuelo para nadie ver a chicos de dieciocho años, cinco horas, con un vial puesto en el catéter, para meterles en el cuerpo un veneno, que no hace otra cosa que combatir otro veneno que va carcomiéndote por dentro. ¡Pero somos tantos los que estamos en esta situación…!  Es difícil escoger quién o quién no, merece que se le prolongue la vida por estos métodos. Lo cierto es que cuando vamos todos los enfermos a analizarnos la sangre para ver si se nos puede o no enchufar a la máquina, nos conocemos unos cuantos, ¡somos tantos los que formamos la fila de enfermos de cáncer que en ocasiones se te pone la piel de gallina!
Te preguntas interiormente… ¿tantos enfermos hay de cáncer como que se formen estas colas? Pues sí, las hay, y los que vienen detrás a los que no vemos y les dan tratamiento por la tarde. Recuerdo con cierto grado de ironía, que una de las veces en las que estaba recostado en uno de esos cómodos divanes, le pregunté a la enfermera si se habían olvidado de mí. No, que va, lo que pasa es que tu sesión hoy dura ocho horas.
En fin, cuando toque tocará lo que sea, quedar ingresado en el hospital hasta que no haya más remedio y se de paso a otro que sin temor a la muerte, porque todos la tenemos comprada, lo mismo que la vida, se de paso a otro que esté en las mismas condiciones que yo.
Vamos de la mano de las dos pautas que definen nuestra vida, la propia vida y la muerte, ¿A quién le tocará primero? Eso no se sabe nunca, pero cuando falte de este mundo, tendré la tranquilidad de haber hecho lo que cualquier otro ser humano debe haber hecho.


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