lunes, 9 de junio de 2014

AMIGOS DE VERDAD.


                                  AMIGOS DE VERDAD.


Felipe, tengo un problema gordo en casa.
¿De qué se trata?
No sé como decírtelo tío, es complicado, pero necesito que alguien me eche una mano.
Cuenta puñetas que me estás intrigando con eso de que es complicado.
Es que lo es, ¿sabes qué? déjalo correr, no te he dicho nada.
Y una mierda, ahora que has despertado mi curiosidad… ni lo sueñes Esteban, me lo cuentas o dejamos de ser amigos, ¡no te jode…!
Felipe no ve la hora de que acabe la jornada, espera que suene la sirena de las dos de la tarde, para poder  hablar con su amigo Esteban. Van y vienen del trabajo en un mismo coche, una semana uno, otra el otro, así ahorran gasolina y de paso estrechan su amistad.
Venga vamos a tomar una cerveza al restaurante del polígono y me cuentas lo que sea.
No sé tú, es que… joder que me da vergüenza Felipe, pensarás que soy un pringado.
Eso déjamelo a mí ¿vale?, tú cuéntame lo que sea, eso sí, si me hace gracia me partiré el culo, ya me conoces.
Si no es por eso hombre, que te rías o no de mí es lo de menos.
Mira llamamos a las mujeres y les decimos que nos quedamos a comer aquí ¿qué te parece?
Vale, Elvira me ha dicho que hasta las tres no volverá a casa.
Pues eso, coge el móvil y llámala ahora que todavía es temprano. Voy a llamar a Rosa, ¡se va a poner de una leche…! pero bueno, llegando a casa lo soluciono.
¡Que buena que estás jodida!, si algún día el cojo no te deja complacida me lo dices guapa, me cago en la leche, te comería entera Claudia.
A quién le dice esto es la camarera, y a la vez, copropietaria del restaurante.
Ya será menos, con cinco como tú, me mondo un diente, cachondo. Procura que no te oiga mi marido, que el cojo ese tiene muy mala hostia.
Vale, vale tranquila, mira, me rindo.
Se toman la cerveza antes del menú, hace mucho calor, en la fábrica de muebles, con toda la maquinaria en marcha a la vez, hace un calor sofocante, a pesar de los ventiladores.
Venga comienza a largar Esteban, ¡Claudia trae otras dos por favor!
Vamos allá. Elvira me ha dicho que se está cansando de mí, que necesita algo nuevo, otras emociones, que se lo quiere montar con otro, con alguien de confianza para poder decidir.
¿Qué dices? no puede ser… ¿tu mujer? Venga hombre, me estás tomando el pelo, no me lo creo.
¡Serás mamón! ¿Tú crees que jugaría con una cosa así?
Felipe se descojona de la risa, le han salido disparados de la boca dos huesos de aceituna.
¿Lo ves? ya sabía yo que te lo tomarías a cachondeo, mariconazo. Ya veo para que están los amigos, ya.
Es que… joder Esteban, me esperaba cualquier otra cosa menos esto. Y… ¿porqué me cuentas esto a mí? No veo como puedo ayudarte. Oye, no me digas que… no, no quítatelo de la cabeza.
Felipe ve la cara de súplica de su amigo, sin embargo no comprende como ha llegado a la conclusión de que él sea el elegido. ¿Por ser su amigo quizá?
Oye Esteban, la amistad tiene determinados límites tío, Cómo se te ha ocurrido una cosa así, nuestras mujeres también son amigas, cenamos juntos ha menudo, salimos de excursión juntos, hasta hemos estado de vacaciones juntos, venga hombre, tú me estás vacilando.
Claudio ya ha traído los primeros platos de ensalada, le extraña que Felipe no le dirija siquiera la mirada a pesar de llegar a la mesa contorneándose como una serpiente.
Felipe, te lo tienes que montar de alguna forma, ya le he dicho a Elvira que hablaría contigo del tema, está conforme macho.
Me cago en todo, ¿y con que permiso si puede saberse? Estáis los dos majaras perdidos, ala a la buena de dios, se lo digo a este que seguro que aceptará, como es un buen amigo…
No hombre no.
¿Cómo que no? Coño me lo acabas de decir tu mismo. Esta comida, me va a sentar como un tiro. Te advierto que cada cual se paga lo suyo, ¡Claudia, tráeme un cubata de ron blanco porfa!
Mira Felipe, estoy desesperado, si no la complazco en esto, cualquier día me la encuentro haciendo esquinas en cualquier barrio.
¡No jodas!, oye que yo no tengo a tu mujer por ningún putón verbenero.
¡Hay amigo mío, si tú supieras…!
Que tengo que saber, haber.
Pues que se hace acompañar a casa cuando va al supermercado, por un tío que debe tener diez años más que ella, y que no se va hasta al cabo de un par de horas. Un vecino me lo ha dicho, ella no lo ha negado, así que antes de que esto llegue a más, quiero ponerle solución. Ha sido ella la que me ha dicho cual podría ser esa solución.
Yo es que alucino, y mientras ¿adonde enviamos a Rosa a los caballitos? Unas tanto y otras tan poco. Mi mujer, con la historia de que siempre estoy inventando posturas, y lo que ella llama chorradas, y la tuya, que quiere manteca por un tubo, y aprender a moverse como una anguila. ¡Que mal repartido está el mundo joder!
Pues razón de más para que hagamos un ensayo ¿no te parece?
Y una mierda para tu boca, lo que tu quieres es tirarte a mi mujer.
Que no hombre, que estás equivocado, yo paso, lo que quiero decir es, que habida cuenta que las dos son la antítesis de la doctrina del sexo, a lo mejor nos conjugamos mejor. Pero claro, eso es según tú decidas. Ayúdame joder, ¿qué te cuesta?
Hombre, pues mira, nada si te parece a ti, ¡nos ha jodido!
Venga hombre, que eres el único amigo que tengo de verdad, si no fuera así, no te estaría confesando esta inquietud que me está matando por dentro.
Ya será menos ¿vale?, que tú con el rollo este, me quieres meter en un compromiso de huevos.
¿Dejas que te cuente mi plan?
Hombre…, si hasta tiene un plan y todo mi amigo Esteban.
Quedamos para cenar esta fin de semana, el sábado si te parece bien. Acabada la cena, en la sobremesa, yo me ocupo de sacar el tema con diplomacia.
¡Fíjate…! Si ahora resulta que mi amigo es diplomático… ves a cagar al rio anda. Poco a poco y buena letra, el tema lo sacaré yo, esta es la condición, ya sabemos del palo que va tu mujer, pero tú no sabes del palo que va la mía, la conozco bien y sé como entrarle.
Como quieras, lo dejo en tus manos. Sí tío, confío en ti.
Que remedio te queda, si no confías, ya lo sabes, a seguir dejando que el del super se la siga tirando. Eso es lo que hay.
¿Sabes que eres un cabronazo?
Desde que era pequeño. Bueno déjate de peroratas y vamos a los arreglos para la cena del sábado.
La cena ha salido a pedir de boca, todo ha marchado sobre ruedas, incluido el pedo que cogió Rosa, nunca acostumbra a beber tanto, pero Felipe no ha hecho más que llenarle la copa sin que se diera cuenta. En la terraza se está bien, pero al final han entrado dentro, para ver una película porno, ha sido una invitación sin malicia la de ver la peli, curiosidad pura ha dicho Felipe.
Elvira está como una moto, se le nota en el brillo de los ojos y como se muerde los labios continuamente. Rosa se queda cao en el sofá, con las piernas cruzadas y la cabeza echada para atrás. Esteban juega con el ordenador a un juego de frutas que lo tiene enganchado, y Felipe, acompaña a Elvira al lavabo, dice encontrarse mal.
Esteban, acompaño a tu mujer al lavabo, que huevos tienes tío, tu mujer mala y tú ahí dándole al puto juego ese.
Ves, ves haber como la puedes ayudar, si se despierta tu mujer te doy una voz.
Gracias amigo mío, que haría yo sin ti.


                                                               -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
 












No hay comentarios:

Publicar un comentario