lunes, 9 de junio de 2014

TÚ PUEDES...

                                       TÚ PUEDES


Hacer que el sol relumbre en tu cuerpo aunque la tormenta azote el mundo, puedes, porque la razón para vivir, no es otra que el ser minucioso con el tiempo, no tiene por qué ser una condena inmerecida el estar solo, o enfermo, ni siquiera el ser pobre, eso al fin y al cabo puede ser una gran ventaja ante el resto de la gente.
Puedes hacer que el amor brille en tus ojos, que te esfuerces por dibujar una sonrisa en la cara, simplemente, dejando que el sol caliente tus espaldas. Puedes si quieres, si te lo propones, si lo conviertes en el único objetivo de tu vida. Ya sé que ella decía…, “con lo que yo lo quería…”, tú, por tu parte opinas…, “la he querido más que ha mi vida”, pues bueno, déjalo ahí, nada puedes hacer para hacer retroceder el reloj, ya ha marcado su tiempo, y con el los acontecimientos, ¿deberías ser infeliz por ello?, mira a tu alrededor, cuanto desastre, cuanto rencor anda suelto, y si uno cae en esta fosa, el tormento, será tal, que parecerá que mil cobras te hayan mordido a la vez . ¿Por qué dejar que ocurra esto?
Si, ya sé que te sabe mal por tus hijos, ellos no ven las cosas así, pero no puedes cambiar este concepto, no hay que morir por eso, mucho menos dejarse matar por ello. Tú, y yo, y todo el que quiera, puede hacer que la vida, a pesar de que parezca que no nos ha respetado, merezca la pena vivirla, hasta el fondo, hasta que ya no podamos hallar más tesoros, exprimirla hasta que no suelte ni una sola gota más.
Poder es querer, eso, es cierto en cualquier circunstancia, tiene mucho peso, solo se nos pide voluntad para hacerlo. La inactividad, la parálisis mental, cuando estamos sumergidos en esta sinrazón, es la hace que ya estemos medio muertos, el que no sabe amar, vive así, a las puertas de la muerte, su espíritu se colapsa, quizás sea, porque la mente no acepta lo que le sucede, no quiere estar en esta circunstancia, se encuentra enclaustrado en sus propias conclusiones, tiene discusiones consigo mismo, se golpea metafóricamente hablando, se deja ahogar en ese vaso de agua, que lo ha convertido en un naufrago, pero hay muchas islas preciosas en el mundo, solo se nos exige nadar, sortear alguna que otra corriente, y pacientemente esperar llegar a ese puerto virgen que es la isla que vimos desde lejos.
Puedes hacerlo, tú puedes, hacer que los tórridos mediodías de verano, sean frescos, que las noches frías de invierno, sean calurosas. ¿Me preguntas que debes hacer para vivir así? Te lo acabo de explicar, aplícate el cuento, presta atención a las señales de los cielos, sigue la estrella del norte, ella te llevará donde tú quieras, te hará descubrir paraísos terrenales.
Creer o no en dios, no es lo importante, si no existe ¿qué más te da? y si existe, ¿no se compadecerá de ti por ser uno de sus hijos? Las religiones son hipótesis de cómo se debe vivir, jamás verás a alguien seguir de forma perfecta, los estatutos que proponen, son hombres los que los hacen, gente como tú i como yo, los que se ofrecen o ambicionan, puestos de prominencia dentro de su organización, a dios esto no le importa, el ve –si es que existe-, a personas que sufren sin querer, guerras y desolaciones de todo tipo, catástrofes naturales y cosas por el estilo.
Bajo esta circunstancia pues, tú debes ser tu dios, porque es a ti de quién se exige el esfuerzo, por recuperar lo que dejaste atrás como hombre. Con éxitos y fracasos, con desilusiones y aciertos, eres tú y solo tú, a quién se le pide, continuar siendo una persona viva y digna del merecimiento de ocupar una plaza en este mundo, un mundo glorioso, somos sus herederos, se nos ha dado a nosotros, y tenemos que luchar para continuar siéndolo.


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