lunes, 9 de junio de 2014

POR LO QUE ME CUENTAS...


                            POR LO QUE ME CUENTAS…


-Eso debe ser que no lo has mirado bien hombre, no puede ser, yo no me lo creo.
-Que sí tío, que sí, te digo. Que llegué a mi casa y los dos estaban sentados en el sofá mirándose como dos tortolitos joder.
-Pero… es que eso en sí no quiere decir nada, Pascual, ahora bien, si los hubieras visto en plena matraca no te digo yo…
-Nada más faltaría eso, los mato a los dos, me cago en dios. A él lo rajo de arriba abajo y a ella la estrangulo con mis propias manos.
-Oye, ¿tú quieres a tu mujer de verdad?
-Pues claro, no te jode, ¿crees si no que te estaría contando esto? la quiero con toda mi alma, pero quiero saber que hacer.
-¿Y quieres que yo te de la solución al problema?, habla con ella… no te jode.
-Venga hombre, que tu eres muy buen amigo, confío en ti coño, ¿a quién voy a ir, dime?
-Y yo que sé figura, a mi no me metas en estos berenjenales, que yo no me he casado por eso mismo, para no tener martingalas con una mujer.
-Te voy a ser franco y te voy a decir porqué te pregunto como puedo solucionar este asunto. Mi primo Arturo tiene una mala hostia que para que, quiere a mi mujer como a la niña de sus ojos, es prima carnal de ella, se han criado juntos desde chicos. Por Carmen mata si es necesario, como te lo digo, hace bastantes años, en la fiesta mayor de su pueblo, montaron atracciones y una de ellas era una pista de autos de choque, se iba a subir la que entonces era mi novia Carmen, y viene un menda y de un salto se sube en el auto. Mira, salió de entre la gente Arturo, agarró al chaval por la camisa, lo sacó del coche y le dio un cabezazo en mitad de la cara que se la partió, y no se marchó ni nada oye, el tío con un par de huevos viendo haber que pasaba, yo corrí como una liebre hasta meterme en el portal de una casa vecina, temblaba como una hoja. El otro chaval, el del cabezazo, chorreando sangre por toda la cara, y Arturo de pie allí con los brazos en jarras esperando haber que pasaba, menos mal que la cosa no fue a mayores que si no… cuando vi que la cosa se relajaba, salí del portal y me acerqué a ellos dos que se marchaban para casa. ¿Dónde estabas cabronazo, no has visto lo que ha pasado? me preguntó. ¿Quién yo?, ha, pues estaba en la caseta del tiro al blanco, mentí.
-Vaya una mierda de novio tío, ¿no te dio vergüenza? eso me lo haces a mi y te pego una paliza.
-Ya, pero que quieres, en aquel momento, no pude reaccionar de otra manera.
-Igual se hubiera casado con él mejor que contigo, no sé, digo yo he.
-No me jodas, conmigo es muy feliz, pregúntaselo un día, verás que te contesta.
-Si hombre, para eso estoy yo, para hacer de policía por ti, vete a cagar anda.
-Es que no sé, verlos así en el sofá, sentaditos los dos, pasándole la mano por la cabeza mesándole los cabellos, me dio mala espina que quieres que te diga.
-¿Y porqué no hablas con tu primo?, dile que estás preocupado por Carmen, que te gustaría saber su opinión sobre como la encuentra.
-¡Si hombre…! eso sería desastroso, sospecharía enseguida que no la cuido bien, que tengo dudas, que no la merezco.
-Pues a lo mejor es verdad, por lo que me cuentas, te casaste con Carmen, porque es muy buena persona y porque aguanta lo que le echen, quizás lo que pase es que ya se ha cansado de no verse defendida por ti, que siempre que surge algún obstáculo, te escondes como los caracoles cuando les tocan las antenas.
-¿Tu crees…? no creo que sea eso.
-Pues pregúntaselo coño, acaba con esas dudas de una vez por todas. Átate los machos de una puta vez y toma la delantera, te lo agradecerá, habla joder, habla, no te quedes estas cosas para contárselas a otros, que da un poco de vergüenza.
-Vale, cuando llegue a casa hablo con ella, haber si me suelta algo.
Llega a su casa a las seis de la tarde, Pascual está determinado a encontrar una explicación a todo aquello.
-Hola cariño ya he llegado…  Nadie contesta, oye ruidos en la cocina, allí están los dos, Carmen y Arturo. Carmen con un pañuelo de papel se suena los mocos, está un tanto triste.
-Oye primo, llevamos algún tiempo hablando tu mujer y yo, no se encuentra bien a tu lado, ¡anda dile lo que me has dicho a mí antes…!
-Lo siento Pascual, estoy harta de la vida que llevo aquí, me voy con mi primo al pueblo, vamos a ir a vivir juntos.


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