domingo, 29 de junio de 2014

EXPANSIÓN


                                                EXPANSIÓN


Antes, años atrás, era un joven iluso que pensaba poder cambiar cosas, cosas normales, como la manera de amar, de comportarse con otros, que supieran apreciar como yo, que era necesario un cambio de actitud general ante determinados acontecimientos normales de la vida.
Pues bien, sigo siendo un iluso, lo mismo que antes, pero ahora peor porque soy mayor. Me digo a mi mismo a veces…  Tío eres un fraude, no has entendido nada, todo lo tergiversas, cambias el sentido de las aguas del rio, que siempre, quieras o no, van a parar al mar.  Y en estas ando todavía, se conoce que ya es costumbre en mí, tratar de abrirme camino entre fronteras infranqueables.
Veo muy mal este rollo que llevo, cuando pretendo ajustarme a otros, a su manera de ser y hasta de sentir, resulta que llego tarde, no puedo expandirme, decir la mía. Alguien antes que yo, ha llegado antes, y me cuarta a seguir adelante, o es mala suerte o soy un idiota irremediable, la intención es buena, pero se ve que el camino lo llevo equivocado en el mapa.
Y no será porque no me animen a seguir intentando establecer mis criterios, por lo menos dejar que se oigan, al contrario   Explícate, dinos cuales son tus conceptos, como se pueden llevar a cabo. Llegado este punto me matan, la razón es sencilla de explicar, o no me sé explicar –cosa jodida esta-, o no me comprenden –peor todavía-.
He preguntado a muchos cual es su intención al respecto; encuentras respuestas para todos los gustos, unos pasan de esforzarse por cambiar las cosas   A mí ya me está bien así. Dicen algunos, la vida pasa sin darse uno cuenta, los años y si me apuras hasta los decenios, sin poder hacer nada más auténtico, que lo que vengo haciendo hasta ahora. Otros en cambio se afanan por cambiar, yo el primero, quizás es que no sabemos encontrar la persona que sepa comprender nuestras inquietudes, aquello que nos preocupa y que nos sacia.
Entre tanto, llevamos dentro, esta especie de volcán a punto de erupción, que nos señala interiormente, que nos hace falta algo más sólido para autentificar nuestra identidad. Pero nada, en este intento nos quedamos, por lo menos yo que pienso siempre, que mientras hay vida hay esperanza, y es cierto, pero cada día que pasa, nuestras posibilidades se arrugan, como una ciruela pasa.
A mis cincuenta y quince, creo, que todavía se es joven para expandirse, pero el asunto tiene miga, ¿Qué es lo que quieres expandir? ¿Tu vida sexual?, mal lo llevas, ya no está uno en edad de buscar milagritos, ¿Tu capacidad intelectual?, vale eso sí, se puede, pero se necesita esfuerzo continuado, ser perseverante y metódico. Si de joven no has aprendido, las técnicas necesarias para poder leer, deducir y estudiar en una palabra, y quiere uno que se lo den todo masticado ahora, va listo. Vale más la pena que cojas el bastón y salgas a pasear, luego te sientas en un banco del parque a ver pasar a la gente, sin nostalgias eso sí, porque sino, eres capaz de suicidarte.
¡Hay señor si hubiera aprovechado el tiempo cuando era joven!, nada, deja esto colgado en la percha detrás de una puerta. No te va a servir más que para deprimirte, para sentirte más impotente –intelectualmente hablando, claro-. Conozco a bastante gente, jubilados como yo que dicen   Es que yo, coger un libro y ponerme a leer, es matarme. Claro, pero la cuestión es plantearse si quiere uno o no expansionarse. Si lo deseas puedes, lo contrario también es cierto, Charle-Maurice Talleyrant Péricor lo concreta en una frase: “Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible” Hay que tener presente, que el tiempo siempre corre en contra de uno, pase lo que pase, suceda lo que suceda, el tiempo inexorablemente marca los segundos minutos y horas como decía Herbert Spencer “El tiempo es lo que los hombres tratamos de matar y que termina matándonos”. ¡Y tanto que sí, lógico y muy bien razonado, verlo de otro modo es engañarse a uno mismo.
Por ese motivo, no cejo de encontrar vías alternativas para expansionarme, ¿Qué tengo que ser selectivo…? está más que claro, pero es cuestión de progresar de cualquier modo posible. Particularmente, a mi me preocupa saber, como y de que manera puedo progresar en este sentido, tengo metido en la cabeza un pensamiento de Pericles :  “El que sabe pensar, pero no sabe como expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar”. ¡Que fuerte…! Claro, cuando uno se identifica un poco con estos pensamientos se siente algo incómodo, por lo menos yo me considero un pedazo de burro del copón.
No sé si es que no me da más de si la mente, o que en mi tiempo había mucho genio y a mi, y a unos cuantos más, nos tocaron las neuronas con tara. Debe ser esto último, fijo. De cualquier manera, a mi no me vencerán, seguiré haciendo lo que pueda aunque sea de forma ilusoria, con tal que se note aunque sea de una forma lenta, poco alentadora, que me quiero expansionar.


                                                                      -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


No hay comentarios:

Publicar un comentario