lunes, 30 de junio de 2014

CÁSATE CON ÉL, MEJOR.


                                      CÁSATE CON ÉL, MEJOR


Os tengo que contar una cosa, que hace tiempo me pasó.
Salía de discoteca como cualquier joven cansado, de trabajar como un perro durante toda la semana, algunas veces, hasta el sábado curraba. Decía el dueño que sin mí no andaba la imprenta, y eso que no era oficial ni nada.
Claro está que de esta forma, no podía quedar siempre con los amigos que acostumbraba, así que de vez en cuando, iba y me presentaba a los lugares frecuentados por todos, pero era una lotería, unas veces daba con ellos y otras no, normal, no podía exigirles nada cuando el que no cumplía era yo. Sabes que, me dije una vez, hoy me voy Al Gavilán de Oro, y allí me fui, oye que ambiente esa noche, era semana santa, y aquello estaba que para que te cuento. Saqué la entrada y me voy para adentro, la música estaba bien, y de chavalas ni te cuento, por encima yo conté, y eso que estaba a media luz, diez parejas de chicas bailando entre ellas, una vasca impresionante había allí esa noche.
Nada tú, al abordaje, que de aquí puede salir un plan. Y salió, ya ves si salió. Una chica de unos veinte, con una trenza que le llegaba al culo, meneaba la cintura como sardina recién pescada, me fui para ella, y sin decirle nada me puse a bailar a su lado. Vio que me movía bien, y se volvió hacia mí    Hola como te llamas   Nico dije yo –no le iba a decir de entrada, que mi nombre era Nicomedes, ya lo sabría si le gustaba-.   El mío es Casandra, te gusta   Me encanta, le dije.  Acabamos de bailar después de un par de piezas más.   Oye salimos un rato fuera, hace una calor aquí…    Si y de paso me invitas a un cigarrillo   Hecho  Salimos fuera, previo timbre de tinta en la mano, y nos pusimos a hablar.   De donde eres Casandra   Soy gallega, no se me nota el acento   Nada de nada chica, tienes un castellano purísimo    Ah pues fíjate tú, todo el mundo dice que se nota que soy gallega. Vaya si se le notaba, pero quedar bien no cuesta nada.
Total, que quedamos en vernos al día siguiente. Oye se puso de guapa que espantaba, vaqueros apretaditos, blusita de algodón blanca con bordados y zapatos de tacón tipo sandalia. Comimos juntos en un bar que preparan cosas de la mar, boquerón frito, pulpo, chipirones rebozados, y una jarra de sangría que no se la salta un gitano.   De que trabajas   Soy encargado en una imprenta, que imprime para revistas buenas, el Lecturas, Intervíu, Hola, estas cosas. Mentira todo, editábamos panfletos a miles, algún que otro catálogo de electrodomésticos y revistas de veinte hojas de un sindicato conocido que era mensual.   Y de ti que me cuentas.    Poca cosa chico, estudio por no llorar, mis padres están bien posicionados, me pagan un instituto, pero yo quiero ser azafata.    Ah eso está bien, conocer mundo es bueno, si mi trabajo me lo permitiera, viajaría lo que pudiera, pero ya sabes como son estos cargos de responsabilidad, no te dejan. Te consultan portadas de revistas, los colores de impresión… en fin, ya me llegará el día ya.   Estábamos tomando un batido en una heladería y va y me suelta    Me gustas mucho Nico  ¡Coño que me dijo…! Yo que le respondo…, me lo has quitado de la punta de la lengua Casandra, dije su nombre lentamente, para impactarla ya sabes.   A si…, entonces que hacemos aquí, vamos a conocernos mejor, si quieres claro.   Claro que quiero, la gente si no intima no puede tirar para adelante, mi tío tiene un chalet que está vacio, están pasando unos días en Málaga.
Ni camas ni hostias oye, no pasamos del jardín, nos lo montamos en las tumbonas, encima de la hierba. Ya ves que moto, para flipar, creía que se me iban a salir los ojos de las órbitas cuando la vi desnuda tíos, palabra, una diosa, esa es la palabra, una diosa pero de verdad.
Pues nada, que me mudé a Galicia, ¡vaya mierda de clima eso sí! pero que quieres que te diga, la familia muy maja tú, tienen una casa de dos plantas, en la de abajo viven los padres y un hijo que se pasa el día durmiendo, ¡más manta el pieza…!, el padre me buscó curro en una conservera, olía a pescado todo el puto día, no me lo podía quitar de la nariz, se me había alojado en el cerebro, que cosas… ella interpretaba que había hecho un sacrificio grande dejando la imprenta, ¡con el cargo que yo tenía y que lo dejé todo por amor…! ¿Qué pasó?, pues que al poco y viendo que yo la satisfacía en todo aquello que me pedía, pero en todo, todo, comenzó a hacer planes más serios.
Como te quiero amor mío, comenzó a decirme, que sin ti no podría vivir, que sé que podemos ser muy felices…, se me encendieron todas las alarmas, pero de golpe oye. Yo esto de vivir en familia, que quieres que te diga, no me va, ya tenía la experiencia de mi padre con su suegra viviendo toda la vida con ellos, que se las tenían que no veas, mi abuela era de armas tomar, ¡que se hizo la dueña de la casa y eso que no era de ella! Que no que no, que no iba a pasar por el aro.   Mira cariño, si quieres, podemos alquilar algo pequeñito para los dos, y luego ya se verá…    ¡Que dices, pagar un alquiler teniendo casa aquí, ni hablar!    Pero escucha, tu no has oído este dicho de que el casado casa quiere.    Pues eso, ya tenemos casa, esta. Además piensa que mis padres me están pagando los estudios.    Eso quiere decir que dejarían de hacerlo si nos fuéramos a vivir a otra parte. No me contestó, mal, muy mal, eso significaba que ya se lo había estado hablando entre ellos.
Que si quiero una boda así, que si quiero que hagas más horas porque necesitamos comprar esto y lo otro, en fin, que me quería gilipollas perdido, y no, por esas no paso. Menos mal, que tenía un par de amigos en la conservera que eran buena gente, tomamos alguna que otra birra juntos, y salimos unos cuantos fines de semana de fiesta. Floro era el único que no tenía pareja, pero ¡que buen tío oye, más bueno que el pan, exagerado! Se me encendió la luz, ya está me dije, este chaval está hecho a la medida de Casandra, haber como puedo endosársela. Hey, que el chaval se la miraba con una cara de deseo que te cagas, solo le faltaba que se callera la baba, y noté que a ella le gustaba que la miraran, y si la miraban, se movía más exageradamente.
Nada, que Floro acabó hecho caldo por ella, yo les dejaba espacio libre.   Una tarde, sentados en un bar tomando unas tapas después del trabajo, me saco el móvil del bolsillo con sorpresa y lo miro    Me cago en la leche, que se me ha olvidado ir a recoger a Mario, que le prometí que lo llevaría a la fábrica, me voy.   Oye Nico, nos dejas aquí, como vuelvo a casa.   Floro te lleva, verdad tío que me harás este favor.   Claro hombre, cuenta con ello, bueno… si a tu novia le parece bien.    Como le va a parecer mal, a que no cariño.   No, que va. Pues desde esa primera vez, me lo monté para que esto se repitiera más veces, y eso, me ausentaba repentinamente, pero siempre procurando que Floro fuera mi sustituto. ¡Que cabrón que soy lo reconozco! Pero que iba a hacer, oye, que les hice un favor a los dos en el fondo, se encontraron dos almas gemelas, ella una mandona de no te menees, y Floro, un enamorado hasta las trancas. Además los dos gallegos, que más se podía pedir, yo creo que se había pasado por la perla a unos cuantos, aunque eso es lo de menos, hoy en día esto es lo que menos se mira.
Pues nada, que se casaron y son felices, bueno felices no sé si lo son, pero por lo menos yo lo soy, que soy un egoísta de mierda, vale, pero imagínate tú si no llego a montar este tinglado donde estaría ahora. Que no, que si que me quiero casar algún día, porqué no, pero tiene que ser de una forma civilizada, de mutuo acuerdo, tomando las decisiones los dos.
Entre nosotros, cuanto más tarde mejor, con Floro está mejor casada.



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