lunes, 23 de junio de 2014

EL SUEÑO REPARADOR


                                                     EL SUEÑO REPARADOR


Al llegar la noche, deseo con toda mi alma que llegue ese momento mágico, el momento en que los párpados, comienzan a pesar, y poco a poco, caes en el sueño, cierras definitivamente los ojos, y el metabolismo del cuerpo, comienza con una fase distinta a la del resto del día a ralentizarse, los nervios se aflojan se distienden, notas al comienzo en el pecho, el dulce bombeo que el corazón, ahora más tranquilo, parece comunicarte que debes pasar página, que ese día ha terminado.
El sueño…, nadie se niega a él, así de importante es, hasta en la guerra, en mitad de batallas, hay soldados que duermen, vencidos por el cansancio, dicen que en ocasiones es el miedo el que hace que tengan esta reacción. Pues bendito sea de cualquier modo, se necesita porque repara, sí, es un reparador de averías, que sin saber tenemos dentro del organismo. ¡Que placer dejarse llevar por él…! Lo cierto es que cada cual duerme en la medida que puede, unos duermen hasta reventar, como diría mi abuelo, era como una especie de búho este hombre, dormía tres horas seguidas y ya estaba en forma de nuevo.
En el campo de la medicina, los criterios han cambiado en los últimos años, recuerdo que un neurólogo que me trataba, me decía que debía dormir más, en consecuencia, me recetaba hipnóticos para poder dormir mejor. Pero como la ciencia adelanta un montón cada día que pasa, ahora opina que es diferente, que si durante el día duermo media hora, luego a media tarde tres cuartos de hora más, y por la noche solo tres o cuatro horas, ya he cumplido con lo establecido.
Se conoce que al dormir, nuestro cerebro se desconecta de lo consciente, y entra en el campo de la habilitación de otras formas de placer, lo que consideramos que son los sueños. ¡Ah los sueños…! A veces, bueno, muchas veces, he tenido sueños fantásticos, no sabría explicar cuales ni como, es muy difícil entrar en estos laberintos, sueños eróticos, sueños poderosos en los que me he visto a mi mismo como una especie de Alejandro el Magno, u otras veces como un soldado matando a no sé si eran inocentes o no, eso no lo alcanzo a dilucidar bien, ¡hombre son sueños tú, que quieres!
Y otras veces, habría deseado no haberme acostado ese día, ¡me despierto cansado de narices oye! que si corriendo de un sitio a otro y sin saber porqué… que me quieren matar y tampoco sé bien porqué y me harto de correr… que viene a buscarme la policía para encerrarme en un penal… ¡tela! Todos hemos tenido o tenemos sueños parecidos, pero hay que reconocer que no son agradables. ¿Y las veces que he soñado que me caigo por una especie de acantilado, y cuando estoy a punto de llegar a espachurrarme me despierto…?
Eso no es un sueño reparador, no futem, eso es una putada, te despiertas con un susto que ya no te duermes de nuevo, y a lo mejor son las tres de la madrugada… Llevo molts cops al cap, eso es verdad, me he abierto la cabeza ni recuerdo las veces, pero precisamente por eso necesito un descanso más cualitativo ¿no?, vamos, pienso yo. He hablado de esto con otros amigos, me dicen la mayoría que ellos también han pasado por estos sueños. Vale, pues digo yo  -es una humilde opinión-, que le sueño no es tan reparador como pretenden hacernos ver. Que no vayan los médicos por ahí, vendiéndoles la moto con ruedas cuadradas a la gente, que el sueño es muy serio señores.
Al final he llegado a la conclusión, que el sueño no repara gran cosa, vale, te arreglan el desperfecto por un lado a base de pastillas, bien, pero por otro, te dejan otros tornillos sueltos, que no hombre que no, que aqueste no es la soluc`ió, no futem. Si el sueño es reparador que lo sea de verdad, a medias, no, no es admisible. ¡Que reconozcan que no saben nada del sueño!, hablo por experiencia propia, nada más. Cada cual llevará lo suyo, sí, claro, es lo que debe ser, cada persona es un mundo.
Termino con una experiencia vivida en carne propia, esta vez, es la de un amigo que cuando se pone a dormir, ya se puede hundir el cielo que no se entera. Y duerme sus buenas ocho horas del tirón, pero en su casa solo duerme él, si vierais como ronca el tío, fliparíais en colores. Que se lo llevaron a un hospital para tratarle el asunto, le indujeron el sueño una noche, y al día siguiente, en la planta donde estaba, ¡nadie había podido pegar ojo de los ronquidos que daba…! Lo medicaron, y sigue la medicación, pero ronca que alucinas, nada oye, que no le han solucionado nada de nada, y lleva ya unos cuantos años así. ¿Yque vuleu de faixi? Lleva razón el hombre, ¿Qué quieren, que se pegue un tiro? Pues no, ronca y punto.
Hablando con él, una mañana después de haber dormido en su casa una noche, me dijo   Que quieres que te diga tú, yo duermo como un lirón, soy de esta naturaleza, no puedo hacer más, siempre duermo así, entiendo que moleste pero… ¿qué le voy a hacer yo? Este amigo mío, es un bendecido, él si que ha conseguido que el sueño lo repare.


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