EL SUEÑO REPARADOR
Al
llegar la noche, deseo con toda mi alma que llegue ese momento mágico, el
momento en que los párpados, comienzan a pesar, y poco a poco, caes en el
sueño, cierras definitivamente los ojos, y el metabolismo del cuerpo, comienza
con una fase distinta a la del resto del día a ralentizarse, los nervios se
aflojan se distienden, notas al comienzo en el pecho, el dulce bombeo que el
corazón, ahora más tranquilo, parece comunicarte que debes pasar página, que
ese día ha terminado.
El
sueño…, nadie se niega a él, así de importante es, hasta en la guerra, en mitad
de batallas, hay soldados que duermen, vencidos por el cansancio, dicen que en
ocasiones es el miedo el que hace que tengan esta reacción. Pues bendito sea de
cualquier modo, se necesita porque repara, sí, es un reparador de averías, que
sin saber tenemos dentro del organismo. ¡Que placer dejarse llevar por él…! Lo
cierto es que cada cual duerme en la medida que puede, unos duermen hasta
reventar, como diría mi abuelo, era como una especie de búho este hombre,
dormía tres horas seguidas y ya estaba en forma de nuevo.
En
el campo de la medicina, los criterios han cambiado en los últimos años,
recuerdo que un neurólogo que me trataba, me decía que debía dormir más, en
consecuencia, me recetaba hipnóticos para poder dormir mejor. Pero como la
ciencia adelanta un montón cada día que pasa, ahora opina que es diferente, que
si durante el día duermo media hora, luego a media tarde tres cuartos de hora
más, y por la noche solo tres o cuatro horas, ya he cumplido con lo establecido.
Se
conoce que al dormir, nuestro cerebro se desconecta de lo consciente, y entra
en el campo de la habilitación de otras formas de placer, lo que consideramos
que son los sueños. ¡Ah los sueños…! A veces, bueno, muchas veces, he tenido
sueños fantásticos, no sabría explicar cuales ni como, es muy difícil entrar en
estos laberintos, sueños eróticos, sueños poderosos en los que me he visto a mi
mismo como una especie de Alejandro el Magno, u otras veces como un soldado
matando a no sé si eran inocentes o no, eso no lo alcanzo a dilucidar bien,
¡hombre son sueños tú, que quieres!
Y
otras veces, habría deseado no haberme acostado ese día, ¡me despierto cansado
de narices oye! que si corriendo de un sitio a otro y sin saber porqué… que me
quieren matar y tampoco sé bien porqué y me harto de correr… que viene a
buscarme la policía para encerrarme en un penal… ¡tela! Todos hemos tenido o
tenemos sueños parecidos, pero hay que reconocer que no son agradables. ¿Y las
veces que he soñado que me caigo por una especie de acantilado, y cuando estoy
a punto de llegar a espachurrarme me despierto…?
Eso
no es un sueño reparador, no futem, eso es una putada, te despiertas con un
susto que ya no te duermes de nuevo, y a lo mejor son las tres de la madrugada…
Llevo molts cops al cap, eso es verdad, me he abierto la cabeza ni recuerdo las
veces, pero precisamente por eso necesito un descanso más cualitativo ¿no?,
vamos, pienso yo. He hablado de esto con otros amigos, me dicen la mayoría que
ellos también han pasado por estos sueños. Vale, pues digo yo -es una humilde opinión-, que le sueño no es
tan reparador como pretenden hacernos ver. Que no vayan los médicos por ahí,
vendiéndoles la moto con ruedas cuadradas a la gente, que el sueño es muy serio
señores.
Al
final he llegado a la conclusión, que el sueño no repara gran cosa, vale, te
arreglan el desperfecto por un lado a base de pastillas, bien, pero por otro,
te dejan otros tornillos sueltos, que no hombre que no, que aqueste no es la
soluc`ió, no futem. Si el sueño es reparador que lo sea de verdad, a medias, no,
no es admisible. ¡Que reconozcan que no saben nada del sueño!, hablo por
experiencia propia, nada más. Cada cual llevará lo suyo, sí, claro, es lo que
debe ser, cada persona es un mundo.
Termino
con una experiencia vivida en carne propia, esta vez, es la de un amigo que
cuando se pone a dormir, ya se puede hundir el cielo que no se entera. Y duerme
sus buenas ocho horas del tirón, pero en su casa solo duerme él, si vierais
como ronca el tío, fliparíais en colores. Que se lo llevaron a un hospital para
tratarle el asunto, le indujeron el sueño una noche, y al día siguiente, en la
planta donde estaba, ¡nadie había podido pegar ojo de los ronquidos que daba…!
Lo medicaron, y sigue la medicación, pero ronca que alucinas, nada oye, que no
le han solucionado nada de nada, y lleva ya unos cuantos años así. ¿Yque vuleu
de faixi? Lleva razón el hombre, ¿Qué quieren, que se pegue un tiro? Pues no,
ronca y punto.
Hablando
con él, una mañana después de haber dormido en su casa una noche, me dijo Que quieres que te diga tú, yo duermo como
un lirón, soy de esta naturaleza, no puedo hacer más, siempre duermo así, entiendo
que moleste pero… ¿qué le voy a hacer yo? Este amigo mío, es un bendecido, él
si que ha conseguido que el sueño lo repare.
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