sábado, 7 de junio de 2014

DIVIÉRTETE

                                   ¡¡DIVIÉRTETE!!


Estamos hechos para eso, para divertirnos, para gozar de la vida, del mar y el sol, del campo y las flores, de nuestro prójimo. Diviértete regalando cosas que te gusten, que quieras compartir con otros, no es preciso que sea dinero, ni bienes materiales de clase alguna, regala risas, compañerismo, amistad, buenos deseos para los otros.
Esto es una diversión que no tiene parangón, un disfrute que enaltece el corazón, que conmueve el alma desde lo más profundo. Si experimentas esta sensación, es que estás vivo, llegará el momento en que los agradecidos se divertirán contigo, te pedirán compañía, querrán estar junto a ti, porque eres un gran consuelo para sus corazones.
Hay quién canta por cantar, pero si cantas con sentimiento, con el motivo de decir a alguien que quieres que comparta contigo las alegrías que sientes, será un imán para las gentes, y tu canción dará el ánimo preciso, a aquel que lo necesite, aunque no lo aprecie al principio.
Si alguien no aprecia tu canto, sigue cantando, no desfallezcas, muchos profetas antiguos fueron grandes incomprendidos, pero al final, la gente, por causa de su insistencia, se pararon a oír sus voces, sus profecías, que no siempre anticipaban desgracias. Diviértete si es lo que te gusta, cantar aunque solo sea para ti, dile un piropo a una mujer bonita si es eso lo que sientes, quizás te mire por encima del hombro, o piense que eres un ligón estúpido, ¡que importa eso si eso es lo que te divierte! Eso sí, no seas sucio ni soez al hacerlo, lo que comienza siendo una diversión, pudiera terminar siendo un disgusto.
Aplaca el dolor y el resentimiento con la diversión, siempre encontrarás un oído anuente que sepa escucharte, y es posible que hasta acompañarte en la búsqueda de la alegría. No hay demasiadas razones para ser divertido, eso opinan muchos, sin embargo, creo en el espíritu humano, en ese que en ocasiones, se transforma sin saber muy bien por qué. Ese que se llena de alegría y júbilo cuando sale el sol de la mañana, y se felicita por ser capaz de haber sobrevivido a la noche anterior, una noche que le ha procurado pesadillas y malos sueños, que ha traído a su recuerdo entre nubes, a cosas o personas que alguna vez le trajeron males. Todos tenemos motivos para recordar, para olvidar, para que resuenen en nuestros oídos zumbidos de una vida pasada, esa es la razón por la que es necesario divertirse, o más bien una de ellas, el hecho de ser alguien para otros es un buen motivo para sentirse felices.
Diviértete mirando el cielo una noche despejada, hacer el amor en un lugar improvisado, reír cuando ves salir de un huevo a un ave, cuando la luna es luna llena y te permite caminar sin luz alguna, solo al abrigo de esa gran candela celestial. ¡Cuantas son las cosas que nos hacen felices…! Y sin embargo, las dejamos pasar de largo como algo banal, repetitivo, porque es natural. Somos muchos los que no nos contentamos con el verano, porque hay años en los que hace demasiado calor, entonces esperamos el otoño, este nos trae el alivio que necesitamos. Este año, el otoño ha llegado muy lluvioso, entonces lo terminamos aborreciendo, tras él llega el invierno que no nos deja tranquilos con el frio y la nieve, hay que esperar la primavera, pero llega seca, no llueve, los campos se secan, todos están descontentos con esta aborrecible estación –por lo menos la primavera de este año-, sin darnos cuenta nos precipitamos al verano de nuevo, nunca estamos contentos con lo que inevitablemente nos llega desde los cielos.
Nos falta capacidad para sacar en mitad de todas estas circunstancias, una sonrisa amable, la aceptación de que no podemos cambiar nada con una actitud negativa. El tiempo es el tiempo, y casi siempre corre en nuestra contra, no podemos controlarlo, ¿Por qué maldecir entonces, a lo que en definitiva nos mantiene vivos? La vida es diversión, para algunos es lujuria, para otros es ausencia de su entorno mediante drogas, en tiempos más modernos la electrónica y la telefonía móvil les ha dado a muchos millones de seres humanos, la oportunidad de vivir de una forma virtual en comunicación con otros. Todas estas formas de vivir son respetables, la mayoría de ellos conocen las consecuencias de estos modelos de diversión, o dicho de otro modo, de conductas de diversión.
Por si a alguien le interesa, ese es mi caso, los grandes hombres de la historia, y también las grandes mujeres, literatos, pintores, músicos, artistas de toda clase, han tenido y de hecho tienen su manera de divertirse, los políticos también, se drogaban, eran desde el punto de vista moderno viciosos, borrachos, infieles, cualquier cosa que se nos pueda ocurrir, el gran Picasso, mantuvo relaciones consentidas por su esposa con otras mujeres, pero eso no ha manchado nunca su nombre como uno de los grandes artistas de la historia moderna. Es solo, uno de los ejemplos que se me ocurren a voz de pronto, sus cuadros y esculturas siempre se han mantenido en el zenit, lo mismo que las de Dalí, por nombrar solo a artistas nuestros, uno malagueño y el otro catalán.
Se divirtieron con sus excentricidades, les importaba un rábano lo que los demás dijeran, hasta se permitieron el lujo, de despachar a cajas destempladas, a gente importante que los visitaba, para alabar sus obras, incluso comprarlas a precios entonces desorbitados. Sencillamente se divertían con ello, o bien, formaba parte de su carácter. La diversión no es un lujo, es una necesidad humana, de hecho lo es en todo el reino animal, sin duda alguna, todavía está por descubrir, el modo en que divierten muchas de las especies que conocemos, lo que para nosotros son saltos incontrolables para muchos animales, pequeños mordiscos que se dan entre ellos, golpes que se dan, que a nuestro parecer pueden ser competencias mortales, pudieran muy bien ser, una mera diversión, sin la cual sus vidas, no tendrían propósito alguno.
Nosotros contamos chistes, nos damos palmadas en la espalda, nos gastamos bromas, ¡simple y llana diversión! , si fuéramos capaces de tratar de ver el lado bueno de las cosas, pocas veces nos enfadaríamos, pocas veces nos pelearíamos, ¡cuanta paz habría entre los humanos!, es una cuestión, de ver un poco más halla de nuestra propia frente, de ser empáticos con los demás, al fin y al cabo, compartimos el mismo espacio, la misma estrella, la misma vida, unas más largas que otras cierto, pero al fin y al cabo, la Tierra con todos sus colores y entornos diferentes, nos dan un buen motivo, para vivir divirtiéndonos.


                                                                 -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-



No hay comentarios:

Publicar un comentario